Nicolas Orozco
La historia de este pequeño comienza incluso antes de su nacimiento. El embarazo lametanblemente no tuvo la atención necesaria ni controles obligatorios.
Cuando llegó el momento del parto, fue en ese instante cuando la familia y el equipo médico se enteraron de la situación. Lamentablemente, este retraso generó complicaciones que afectaron de manera significativa la salud del bebé.
Al nacer, se diagnosticaron problemas cerebrales, ya que poco menos de la mitad de su cerebro no responde de manera activa. Hoy, con casi 2 años, enfrenta varios desafíos en su desarrollo: aún no camina, no logra sentarse por sí solo y no ha comenzado a hablar. Sin embargo, ha alcanzado avances importantes como mantener firme su cabeza y, poco a poco, fortalecer sus movimientos. Presenta además una desviación en sus ojitos, lo cual también hace parte de su proceso de atención y cuidado.
A pesar de estas dificultades, su historia refleja la importancia del acompañamiento, la estimulación temprana y el amor que día a día recibe, pues cada pequeño progreso representa una gran victoria para él y para quienes lo rodean.